¡Buenas tardes lector!
Durante mucho tiempo estuve indecisa y no estaba segura de si empezaría a bloguear y a publicar mis consejos. Para mí, es muy excitante y curioso al mismo tiempo. Por extraño que parezca, cuanto más quieres decir, menos encuentras las palabras para decirlo. Compartir con la gente pensamientos, opiniones, ideas y experiencias es muy importante para mí, por eso empecé a publicar. Espero que tú, el lector -mi amigo, ¿puedo llamarte así? no pasarás de largo y leerás uno de mis primeros consejos para limpiar la casa. Te agradeceré mucho que dejes un comentario dando tu opinión. Los comentarios de una personas son muy valiosos para mí. Es útil para el autor conocer los sentidos, las emociones que está experimentando el lector. Sin ti, querido amigo, nada tiene de sentido.
Como sabes, gestionar las tareas del hogar no es tarea fácil. Contesta la pregunta: ¿Te gusta limpiar casas? No siempre lo hago, pero cuando estoy de buen humor limpiar es mucho más fácil. Yo limpio mientras escucho mi música favorita. Ella me inspira, me da energía y marca el ritmo de mis movimientos. A lo largo de mi vida he aprendido muchas sutilezas sobre la limpieza de la casa, quiero compartirlas contigo, tal vez encuentres algo nuevo para ti.
Tomemos el ejemplo de un lavado normal y corriente, que poca gente realiza con gusto. Pero hay que hacerlo con frecuencia para mantener la ropa limpia. Cuando haya que lavar una chaqueta de plumón enorme, o una manta pesada, que no siempre se pueden meter en la lavadora, hay que lavar a mano. Cuando tengas que quitar manchas de suciedad a mano, te ayudarán trucos caseros comunes como el limón o el vodka. Secretos de lavado, lo cuento con aplicación práctica, pues ya estoy experimentado, sobre lo correcto y lo incorrecto a la hora de quitar manchas. Muchas veces he estropeado todas las prendas en la lavadora, sólo faltando 1 calcetín de color. Camisas, pantalones y ropa interior, manchados de un tono de rosa por causa de 1 calcetín que se quedó atascado en la pierna del pantalones.
Con experiencia de victorias y fracasos, estoy dispuesta a dar consejos sobre el cuidado de la ropa. Por ejemplo, pocas personas saben cómo quitar el chicle de los jeans, pero resulta que se puede quitar con un cubito de hielo. O ponga los pantalones en el congelador y luego sáquelos, el chicle se caerá por sí solo, bajo la influencia de la temperatura fría. Resulta que todas partes tienen sus propios matices.